Contar nuestra historia es volver a recordar, es volver a pasa por el corazón todas las vivencias llenas de emociones. Contar nuestra historia es ir al baúl de los recuerdos, es ir a un espacio - tiempo con una vibración que solamente se puede sentir cuando se vive. Es ir a revisar cajas, desempolvar papelógrafos, fotos, cartas, invitaciones hechas a mano y enviadas por correo postal y recibidas en estafetas, memorias escritas con máquinas de escribir, otras hechas a mano…Es volver a emocionarnos y revivir el proceso de este movimiento que se atrevió a soñar que otra salud y otro mundo es posible.
Recorrer nuestra historia desde el inicio de esta experiencia, inimaginada allá en el 1990, nos permite sentirnos y ser parte del camino, poder contemplar las huellas, las vivencias que va dejando la caminata y disfrutar agradecidos de la magia y del asombro de ser parte de la construcción de este nuevo paradigma donde el centro es la VIDA:
Al contar la historia, descubrimos cinco momentos:
X Encuentro
{{variant.name}}:
|
{{opt.name}}
{{opt.name}}
|
El X Encuentro, se realiza en Eldorado – Misiones en el año 2000. Cambia el lema, ya que comienza a denominarse Red de Redes, dando cuenta de la importante participación que se ha generado en los sucesivos encuentros, siendo siempre una concurrencia de cien personas, en esta oportunidad estamos hablando de más de 250 participantes de diez provincias, a los que se une gente de los países vecinos: Uruguay, Paraguay, Brasil y Chile.
Se comienza a vivenciar una importante expansión del movimiento dentro y fuera del país, lo que da cuenta del eco que ha hecho el LAICRIMPO a través de las experiencias de sus participantes.
Se trabajaron varios talleres, impactando el “SALUDARTE” que por vez primera participa de estos encuentros, nos propone la integración del arte en sus diferentes formas para mantenernos en salud.
El compañero Nelson Álvarez Feble, quien concurre desde el Uruguay, nos hace un importante aporte acerca de los daños que ocasiona a la salud de las personas y del entorno, los cultivos transgénicos. Nelson es un luchador por la defensa de la Biodiversidad reconocido a nivel mundial.
Las reflexiones van girando en torno al trabajo en red y en red de redes, para potenciar la propuesta liberadora de “salud en manos de la comunidad”. Y se va definiendo la Red que queremos ser:
“Queremos una RED compartida, solidaria, alegre y con respeto y amor al prójimo, que sea permanente, con actitud de amistad y de intercambiar saberes.
Una RED en la que cada uno pueda trabajar en lo que a uno le guste.
Que no medie el dinero. Que permita multiplicar y crear.
Que sea una RED que no nos invada; que comunique: encuentros, boletines; que favorezca el intercambio de los grupos locales; que permite enseñar a los que desean aprender. Una RED rica en la diferencia de sus partes, que tiene la riqueza del ecumenismo.
Una RED unida con un proyecto de vida claro y sano, que quiera construir la civilización de amor. Una Red trasmitida en la mano, en la comunidad . Fuerte, sincera, con nuevas posibilidades, fraterna, creciente , flexible y sólida a la vez, duradera. Que cada uno se haga un lazo con su hilo. Que nos contenga a todos: niños, abuelos, diferentes.
RED comprometida, amplia, con convicción y compromiso, perseverante, entusiasta y optimista, con mayor comunicación, abierta, que ayuda a lograr la autogestión, que respete la diversidad y la promueva. RED de respeto mutuo y entre culturas. RED donde todos estemos convencidos en buscar las cosas por amor y asumiendo un compromiso responsable de la realidad de cada uno.
Queremos construir una RED para intercambiar conocimiento, multidisciplinaria, multidimensional, de compromiso y de inclusión. Una Red de Respeto por todo, por las personas, sus individualidades y por la naturaleza.
Queremos una RED con diversidad en el Saber y el Ser. Que tenga luz, afecto y efecto. Que sea dinámica y participativa. Que nos incluya a todos”