El momento de los talleres, al que llamamos intercambio de seres, saberes y haceres, es la puerta de entrada al espacio inmenso de lo saludable, donde se hace visible el paradigma biocéntrico, donde el centro es la Vida. Un espacio de iguales, de horizontalidad, donde todes somos protagonistas del saber y el hacer, donde somos maestres y aprendices a la vez.
Es un momento sagrado, de espiritualidad , un espacio ecológico , profundamente político en lo educativo, en lo económico, en la salud.
Es lo que le da identidad al movimiento, porque el sueño de otra salud y otro mundo posible se evidencia, porque “la salud está en manos de la comunidad"